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Foto del escritorAma Peraza

Época de frustración con las metas




Arrancamos el año con muchos propósitos, metas y objetivos, pero a esta altura no has logrado casi nada de lo que pensaste, lo que provoca que te frustres, te deprimas o te desmotives y prefieres olvidar lo que querías, seguir sin meta y en enero es borrón y cuenta nueva.


Esa es la situación de la mayoría de las personas con las que he hablado o me escriben a las redes, por eso decidí trabajar sobre el tema, porque esa frustración la podemos usar a favor. Y por otro lado debes entender que debes tener claro muy bien lo que quieres.


El gran problema no es querer todas esas cosas buenas para ti; el problema es que, sino tienes bien claro lo que quieres y como lograrlo para el mes de febrero, toda la motivación de enero se evapora, renuncias y vuelves a tus viejos hábitos.


Como el tema tiene varias vertientes las dividí en “Lo que quiero” “no se como llegar” “Me frustre” “sigo el camino curvo”.




Lo que quiero


Quiero bajar de peso, quiero ser feliz, quiero viajar… Esos son propósitos o deseos, no hay nada que lo sustente, por ende, jamás vas a llegar a ellos. Para eso debes aterrizarlos en una meta.


El tema es que debes aterrizarlos y saber como estructurarlos, hay varios sistemas que te permiten hacer eso, el más famoso es el S.M.A.R.T pero como he dicho para la época de la pandemia solo me generaba ansiedad ver que los días pasaban y no podía hacer algo, por eso decidí mezclar varios métodos que me funcionaran.


Además, entendí que la pregunta clave era ¿Por qué lo quiero?, eso me dio una motivación distinta y me hizo entender que a veces el camino para lograr mis metas no era en que tenía en la cabeza, sino que eran distintos caminos.



Historia real


En el año de 1986 unos días antes de la víspera del año nuevo, varios anuncios de televisión, invitaron al público en general, a confesar sus propósitos para el año 1987 vía telefónica.


Un total de 231 personas accedieron a participar en esta investigación.


Los investigadores del estudio, contactaron a los participantes durante las semanas y meses siguientes, para comprobar si efectivamente habían cumplido con sus propósitos.


Los resultados:

  • El 25% no logran sus propósitos ni siquiera durante la primera semana de enero

  • El 77% renuncia después de la primera semana

  • El 40% renuncia luego de 6 meses

  • Solo el 8% cumple durante todo el año



No sé cómo llegar


Se lo que quiero, pero ¿Cómo llego? ¿Sabes cuáles son los pasos que debes seguir para llegar ahí? ¿Conoces las herramientas que necesitas?


No solo falta estar claro de lo que quieres, el por qué lo quieres, sino de cómo llegar a ellos. La clave en este punto es que con ese plan puedes tomar decisiones a lo largo del año que te sumen.


Esto no significa que debas tener cada paso del día bien definido y que desde que te levantas hasta que te acuestas debas seguir un orden. Es probable que, si haces esto, la frustración se acumule y entonces el resultado sea peor.


La idea es que tengas esa meta divida en pasos para lograrlos, que, si alguno no funciona, no pasa nada puedas modificarlo y seguir adelante.


En mis mentorias cuando trabajamos el plan lo vamos haciendo generando hábitos que sumen a esa meta, de manera que te enfoques en el proceso y no en llegar, porque al final eso es lo que importa, lo que viviste.


Claro el camino es distinto para cada uno de nosotros, al igual que las metas tiene un punto de vista único y la idea es buscar llegar con tu estilo, personalidad, punto de vista a lo que quieres. Sin sentir que vas por el camino con un morral lleno de piedras, super pesado.


Sigo el camino curvo


Cuando los resultados que obtenemos no son los que esperamos es común que la frustración llegue o aumente. En este punto es muy difícil ver la situación real y, más aún, avanzar en tus metas.


Aquí vuelve a estar en punto de que la mayoría de las veces no tenemos el camino recto que pensamos y nos topamos con situaciones difíciles.


Pero para los grandes empresarios, deportistas, científicos, esas personas que vemos que cumplen metas gigantes ven de un ángulo distinto esos retos y convierten la frustración en un elemento positivo y de gran impacto en el proceso.


Hay ciertos pasos que debes trabajar a la hora de usar tu frustración a tu favor:


Crea objetivos razonables

  • Evita tomarte las cosas demasiado en serio, entiende que hay otras formas de llegar.

  • Aprende de tus errores

  • Decide cómo vivir y cómo aprovechar lo que experimenta y vive, tan solo recuerda que tú tienes la capacidad de usar la frustración como un motor


¿Qué hacer?


Hay una formula que me ha funcionado y te la comparto:


1) Analizar donde estoy en este momento


2) Tener clara mi prioridad y mis valores, porque no puede haber desconexión


3) Saber lo que quiero


4) Empieza con una sola meta a la vez, pero en cada arista de tu vida. Las mías son: trabajo, personal y familiar. Pero sin son demasiadas te desenfocas.


5) Escribe en un papel, te parecerá increíble pero tu cerebro y nivel de compromiso cambia cuando lo escribes en un papel.


6) Convierte tu meta en una acción “específica” y haz un plan


7) Convierte esas acciones en algo aún más simple y fácil de lograr


Puedes comenzar hoy mismo y no esperar para el 2023, como puedes ir con los primeros pasos. Si no sabes por donde comenzar escríbeme estaré encantada de apoyarte.


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