¿Intensiones, propósitos y metas son lo mismo?

Hay una confución entre importante porque se cree que los deseos de fin de año son metas, que esas intensiones que le pongo al espiritud de la Navidad o cuando apagamos una vela de cumpleaños, se cumpliran por arte de mágia, o que si hago una lista ya con eso basta para alcanzar lo que quiero. Resulta que NO.

Y todo radica en que tenemos una confunción de conceptos, por eso en este articulo te explicare que son intenciones, objetivos, propósito y metas; de esta forma sabras como y cuando usarlas, lo que da como un poder especial para alcanzar lo que deseas.

Un dato curiosos es que la mayoría de nosotros somos especialistas en tener intenciones, algunos trabajamos con los objetivos, pero muy pocas personas son buenas enmarcarnos metas.

Las intenciones

Las intenciones son mucho abstractas y sutiles. Una intención es una orientación, un destino, un pedido y a la vez, un diálogo.

La intención te permite definir “quiero ir hacia aquí” “deseo estar allí” “pido esto o aquello”(y por favor, aquí hablo genéricamente de situaciones, personas, experiencias y también cosas materiales porque da igual). Pero la intención no dice el cómo, el cuándo ni el dónde esto sucederá.

La intención es estrictamente un pedido. Es el deseo que le pedimos al genio de la lámpara, a la fuente de los deseos, es decir, al Universo a Dios.

Los Objetivos

Aquí viene la gran confusión, porque se cree que las metas son objetivos grandes y resulta que son pequeños. Según el diccionario las metas y los objetivos llegan a un final, pero la realidad es que los objetivos son lo que te van a llevar a la meta, por ejemplo la meta es la ciudad de New York y el carro que funciona, va por la autopista son los objetivos, sino te montas en el carro, lo prendes, lo llenas con combustible y lo conduces no llegaras a la ciudad.

Las metas son amplias, los objetivos son directos y estrechos.

Propósito

Ahora últimamente se ha introducido un nuevo concepto que es el Propósito; del latín propositum, el propósito es la intención o el ánimo de hacer o dejar de hacer algo.Este término es utilizado esencialmente en el cumplimiento de tareas principalmente de omisión de alguna acción que sea tóxica o negativa ya sea en el ámbito personal o de la propia organización.

Los propósitos al no contar con indicadores son fácilmente abandonados, pues no pueden medir “el dejar de hacer” y todo gira en “buenas intenciones”.

Pero eso es una parte importante para alcanzar tu meta, pues ahí es donde esta la emoción, y ese es uno de los componentes de la gasolina que te llevará a lograr tus metas.

Metas

Según el diccionario es el “fin al que se dirigen las acciones o deseos de una persona”. Es algo que te pones de forma concreta, pues para escribir una meta correctamente debes ser especifica, tener un tiempo determinado, poder medirla. La verdad es algo muy pragmático.

La meta es esa autopista que te llevará a donde quieres, pero evidentemente no puedes manejar por muchas carretera al mismo tiempo, así que la clave es tener una sola meta.

Ahora las personas que no les gusta sentirse comprometidas con sus propios sueños, tienen dos opciones. No las hacen lo que me recuerda la frase de Robin Sharman del libro

“El monje que vendió su Ferrari” que dice “si no sabes a donde vas, cualquier camino te llevara allí” las que las escriben y luego tienen que cambiarle la fecha, o simplemente desechar ese orden y volver a comenzar porque se desvían o entretienen con cualquier cosa, lo que genera mucha frustración y angustia. En ese caso lo que he visto es que suelen escribirlas y tomarlas de forma estáticas, es como una exigencia que debemos cumplir y si no lo hacemos, podemos incluso llegar a medidas de autocastigo inconscientes para “reprendernos” por no cumplirlas.

Aquí la idea es que las cosas fluyan y por eso es tan vital que trabajamos según tus prioridades, tu estilo de vida, según lo que crees, amas…

Entonces la gran pregunta

Las intenciones, los objetivos o las metas ¿Cuál es la mejor?

Mi respuesta es sencilla, podemos usarlas todas

Ahora quiero cerrar con una frase del maestro Yoda a Luke Skywalker

«Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes»…